El caso de Javier Nahuelneri impactó profundamente a la isla de Chiloé y al país entero en enero de 2018. El hombre de 51 años fue atacado en su propia casa, en la comuna de Puqueldón, por tres sujetos que inicialmente eran considerados sus amigos.
Lo que comenzó como una reunión para compartir tragos terminó en una escena de horror: Nahuelneri fue amarrado, abusado sexualmente y brutalmente agredido. A pesar de ser trasladado a Santiago para recibir atención médica, falleció tras 14 días de agonía en la ex Posta Central.
Las investigaciones revelaron una serie de actos macabros. Los agresores —de 40, 44 y 49 años— ataron a Javier con alambres y una sábana, lo violaron y le provocaron quemaduras y heridas en sus genitales. Uno de los detalles más estremecedores fue que introdujeron una cuchara en el recto de la víctima antes de cercenarle los genitales.
Inicialmente, fueron formalizados por violación y lesiones graves, pero tras la muerte de Nahuelneri también se les imputó homicidio.
En noviembre de 2018, Marcos Llaipén Escobar, Juan Nahuel Loncón y Luis Vásquez Colipichún fueron condenados a 16 años de cárcel cada uno: 10 años y un día por homicidio simple y 6 por violación.
Aunque la Fiscalía había solicitado cadena perpetua calificada, el Ministerio Público se mostró conforme con el fallo. Los condenados cumplirán sus penas hasta el año 2034, en uno de los crímenes más crueles y aberrantes ocurridos en la historia reciente de Chiloé.